Pasajes sin retorno a Irak, Popayán y Maicao, para algunos protagonistas del Millonarios de hoy.
Publicado por Andres en 9:53Es más que preocupante la situación actual del Millonarios de hoy. Las cosas van más allá de los malos resultados. La crisis no se debe al hecho de recibir en una misma semana dos golpes de nuestro más odiado rival: nos sacaron del bolsillo el partido contra el Real Madrid y nos pasearon en el clásico. Eso no es nada…
Al fin de cuentas llevamos más de 15 años sin ningún protagonismo en el torneo colombiano y otro semestre perdido u otra eliminación más, más daño no pueden causarle al nombre de la institución. El equipo, de histórico y protagonista, pasó a ser un simple animador o clasificado esporádico, eso sí, con las mejores taquillas y una hinchada que envidiaría cualquier club del mundo.
Sin embargo, admito que me desconcertó la inmadurez de la afición el pasado sábado en El Campín.
¿Corear el nombre de Vanemerak, cuando hace dos semanas era el peor de la película? Bueno, aunque no me queda otra que justificar esa insensatez, pues casi todos los miles de hinchas azules han sufrido las consecuencias de los interminables pasos en falso dados por los directivos que han pasado por el club desde 1988, y por eso tienen esa cabeza llena de ideas desechables. Cuando la cabeza anda mal, no se puede esperar que el resto del cuerpo funcione.
Pero esa inmadurez de la afición no es la causa del mal de Millos. Es una consecuencia. Tampoco vale la pena hablar del planteamiento táctico en el clásico ni de la casi fija eliminación, ni de los errores de Bónner Mosquera, a quien de paso, los directivos ya se le van a tirar su posible carrera como entrenador. Es el único histórico que nos queda en casa, y el fin de semana ya recibió sus primeros madrazos por un muerto que él no mató.
La culpa tampoco es de Vanemerak. El argentino ayudó al equipo en la crisis del año pasado, y como en Millonarios los directivos hacen la fácil, le dieron continuidad, no invirtieron bien la plata y este año lo sacaron por la puerta de atrás. Otro DT a la eterna lista de entrenadores fracasados en el club.
Para el próximo semestre ya están vendiendo la idea de 'un técnico de renombre'. ¿Para qué? Para echarlo a los seis partidos porque Gustavito Rojas, Martín García o Luis Zapata, entre otros, no tienen con qué ser futbolistas profesionales y siguen ahí. O porque los refuerzos que les contratan no pueden jugar porque aún no reciben el permiso del hogar geriátrico de donde los sacaron los directivos...
Millos necesita una solución de fondo. Y esta no se logra solo sacando jugadores malos o hambrientos. Tampoco cambiando técnicos cada seis meses. Hay que ir a las oficinas del club, pedir la lista de socios y echarlos a todos. Conseguir una empresa inversionista grande, que podría haber muchas interesadas, y comprarles el equipo antes de que no lo dejen en la Primera B.
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Hay que citar a Luis Augusto García, ponerle varios miles de millones de pesos en la mesa y encimarle un pasaje a Irak sin regreso. Luego, devolver a Juan Carlos López a Popayán para que se encargue de los negocios de su familia y pierda plata, pero no a costa de nuestra institución.
También hay que citar a la Dirección Nacional de Estupefacientes, nuestro socio mayoritario, y contarles primero que todo, que el fútbol se juega con un balón redondo. Luego, hacerles una extinción de dominio de esas acciones, y extraditarlos por mediocres y pusilánimes al frente de nuestro equipo.
Solo así, buscando gente que quiera al club, familias decentes y prestantes de Bogotá, y algunos hinchas con capacidad para meterse la mano al bolsillo y aportarle algo al equipo, lograríamos sacarnos esa sal y ese cáncer que nos dejó la estrella 13 ganada con el apoyo de los malos dineros de Rodríguez Gacha.
Rezar la finca, regarle agua bendita a cada campo de entrenamiento, quemar los cuadros de todos los presidentes de la década del 90 y del 2000, y montar en bus hacia Maicao a todos los Cicilianos, Bedoyas y demás ‘cracks’ que juegan y corren de acuerdo al monto de los premios, para que se gasten en productos de contrabando lo que le robaron a Millonarios.
Hacer una lista con los mejores jugadores colombianos y comprar 11 titulares; sacar a todos los entrenadores de las inferiores e internarlos en la clínica Barraquer, porque evidentemente son miopes y no han visto todo el talento de jugadores bogotanos y negros habilidosos que se les han pasado por la finca sin que ellos se den cuenta.
Pelear con altura un título en un semestre, y que el pueblo azul pueda celebrar, calme la rabia, y se deshaga de la impotencia de tantos años sufridos. Es necesario darle una alegría a tanta gente para que no grite cuanta basura se le ocurre mientras el equipo es paseado en la cancha.
No es fácil. Es más, parece imposible, pero sería el único punto de partida saludable para volver a ser respetados como lo exige esa historia que llevamos a cuestas y que cada día nos pesa más y nos hace los meritorios dinosaurios del fútbol colombiano.
PD: Lo único interesante que ha pasado por Millonarios en los últimos años ha sido Juan Carlos Osorio, un señor y un técnico capaz y preparado. Cuando Chiqui y López se dieron cuenta de que era bueno, lo sacaron, también por la puerta de atrás. De todas maneras ahí nos dejó algo: Efraín Cortés puede ser un gran central. Con más partidos y un buen entrenador que perfeccione sus conceptos tácticos; y Óscar Briceño, que si lo dejan jugar, puede ser un gran goleador, le faltan partidos, pero tiene hambre, fútbol y ganas para ser figura de Millos en un par de años. Ojalá no se los roben los citados socios- directivos, si es que logramos sacarlos algún día de nuestro equipo.
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Etiquetas: millonarios