El estratega colomboargentino comenzó su labor como técnico del equipo capitalino este martes con solo siete jugadores de los que terminaron el semestre anterior.
Con relación al equipo que terminó eliminado en el torneo Apertura fueron despedidos los argentinos Diego Cochas, Rodrigo Astudillo y Ariel Carreño, y los nacionales Julio Tobar, Fernando Monroy, Roberto Carlos Cortés, Luis Asprilla, Andrés Mosquera, Santander Ospina, Ómar Guerra, Martín García, Wilson Morelos y Carlos Castillo.
"Tomar decisiones no es fácil, nosotros lo hicimos y creo que lo hicimos bien; 13 jugadores no continuarán y ahora esperamos por las caras nuevas que deben comenzar a llegar esta semana, para ir complementando rápidamente el plantel", manifestó Quintabani, con un optimismo tal que contrastó con la incertidumbre del plantel.
"Se siente muy extraño, llegamos hoy y nos enteramos que muchos ya no van a estar, comenzar pretemporada con siete jugadores no es lo ideal", comentó Gerardo Bedoya, cuya continuidad en Millonarios no está asegurada.
Entre abrazos de reencuentro y una charla amigable, la base del equipo comenzó a trabajar: Ciciliano, Bedoya, Estrada, Robayo, Zapata, Efraín y Blandón fueron los afortunados, que por ahora terminaron sus vacaciones con el puesto asegurado.
"Estoy contento por recibir la confianza del profesor Quintabani, ahora hay que demostrarle que tomó la mejor decisión al dejarme, aunque también hay tristeza por todos los que se van", dijo Efraín Cortés.
El capitán Bedoya, comandó el reducido grupo, que en medio de una intensa lluvia comenzó con los trabajos físicos, mientras tanto, el técnico Quintabani observaba atento, casi inmutado e invulnerable a la presión de por lo menos 100 hinchas que acudieron al campo de prácticas.
"Quintabani, Quintabani bienvenido a Bogotá, Millos solo quiere la estrella en navidad", fue el coro incesante que retumbó durante el entrenamiento.
"Yo compito para ganar, nos vamos a preparar para eso y que mejor sería justificar el trabajo con el título al final del campeonato", puntualizó Quintabani.
Pero uno que si siente la presión de la hinchada y que aún está en duda para la próxima temporada es Ricardo Ciciliano, quien se quejó de la presencia de tantos aficionados en la práctica.
"No es posible que entrenemos en campo abierto con tanta gente, sobre todo cuando hemos recibido amenazas, yo quiero seguir en millos pero temo por la seguridad de mi familia, por la mía y también de mis compañeros", afirmó Ciciliano mientras señalaba a un grupo de seguidores que eran retirados por la fuerza pública.
Sin embargo, en la práctica no hubo inconvenientes, cerca de 40 minutos duró el entrenamiento, que se clausuró con una breve charla del técnico. La fatiga opacó la sorpresa inicial y ahora todos esperan que el plantel se complete para comenzar en forma la pretemporada.
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