En un inusitado e histriónico giro, Chávez cuestionó el accionar armado de las Farc y les pidió que liberen a los secuestrados. Casi al mismo tiempo, Rafael Correa, dijo que están fuera de contexto histórico, pero de manera desafiante insistió en que su gobierno puede meter la nariz en el conflicto colombiano, sin pedir permiso a nadie. Los eternos abogados del diablo Alvaro Leyva y Carlos Lozano, dejaron entrever que hay posibilidades que las Farc liberen a otros secuestrados. Y el locuaz exparlamentario Luis Eladio Pérez ha dicho que vendrán nuevas liberaciones.
En apariencia, las Farc y sus compinches cambiaron de actitud. Entonces, los idiotas útiles, los ingenuos y los estrategas de escritorio, doblegados por el inmediatismo, hacen el juego a la farsa publicitaria, sin medir las consecuencias de la intención estratégica de los dos gobernantes vecinos, enemigos declarados de Colombia, y de la proyección del conflicto armado.
En realidad nada ha cambiado, dentro del Plan Estratégico de las Farc y de los componentes del complot internacional contra Colombia. Es la repetición de lo que fue hallado en los computadores de Reyes, pero dicho o hecho de otra manera.
Así el señor Pérez diga lo contrario, el fue liberado con el encargo de hacer un mandado concreto a las Farc. Promover un “bombo” internacional, para que muchos países comenzando por los afectados, presionaran a Uribe para que despejara Pradera y Florida. Pero la muerte de Reyes y los subsiguientes hallazgos, bajaron el perfil al locuaz exparlamentario, que entre otras cosas estaba secuestrado por representar a la casta corrupta de politiqueros que tanto detestan las Farc. Sencillamente no les cuadró la perorata ni a el ni a las Farc, pero los hechos indican que siguen en lo mismo.
En los correos electrónicos de Reyes quedó claro, que Chávez iba a promover una especie de grupo de Contadora, para negociar la liberación de los secuestrados, pero en el fondo lo importante era para dar estatus de beligerancia a los terroristas. En el complot estaban metidos en forma directa la dictadura cubana y los gobernantes de Venezuela, Ecuador, Nicaragua y Bolivia. Y en forma indirecta los gobernantes de Brasil, Argentina y Chile. Hoy la situación es igual, pero se les añadió el presidente de Paraguay.
Los hechos recientes indican que los terroristas de las Farc que viven a sus anchas en Venezuela, Ecuador, Bolivia, Brasil, Cuba, Argentina y Chile, han estado muy activos, en permanente contacto con los gobiernos referidos, para buscar un golpe de opinión publicitario que catapulte a Correa y a Chávez como los verdaderos amigos de la paz en Colombia y no como los dos mandatarios terroristas, que aparecen en los correos de Reyes.
Lo grave es que a esa insensatez se unen una larga taifa de estúpidos funcionales, que tienen el descaro de multiplicar la tesis de Piedad Córdoba, según la cual, ellos si han logrado liberar secuestrados, mientras el gobierno colombiano nada. Y los incautos se dejan engatusar con ese cuento, sin darse por aludidos, que no hay ninguna razón valedera para que las Farc secuestren seres humanos, que desde luego Piedad y su combo internacional pueden lograr liberaciones de secuestrados porque son de los mismos con las Farc, y que en el fondo lo que hay es un complot, no solo contra el Presidente Uribe sino contra Colombia, para instalar en
Pero claro, cuando esto se escribe o se dice asi de crudo como verídico, aparecen los propagandistas de las Farc y los estultos funcionales, que solo saben repetir como loros el discurso comunista. Que en Colombia hay miseria y que las Farc son la solución, que ¿porqué no se escribe acerca de los paramilitares y el gobierno?, que el Partido Comunista comparte las ideas de las Farc, pero que no son terroristas a pesar de que todos los cuadros de mando pertenecen al Comité Central del Partido, etc, etc.
Mientras no se llegue al foco del asunto, y se navegue en aguas revueltas, sin hallar a los verdaderos responsables que son los corruptos politiqueros tradicionales, el Partido Comunista y el narcotráfico, ni habrá solución al problema, ni paz en Colombia, porque los “camaradas”, siempre encontrarán terreno abonado para reclutar terroristas y asesinar la vida en primavera, para luego declararse agredidos. El viejo truco de tirar la piedra y esconder la mano.
Mientras tanto, Chávez, Correa, Castro, Ortega, Piedad y todos los complotados, encontrarán idiotas útiles y serviles de turno que les “harán la segunda”, en la nueva versión del complot contra Colombia.
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