Qué pasa en Millonarios?

La tarde del miércoles 13 de diciembre de 2006, cuando todos los hinchas del Embajador ingenuamente, nos ilusionábamos con alcanzar “la estrella de navidad” que pusiera fin a nuestra agónica sequía de títulos, recibimos la primera decepción por parte de nuestros jugadores, el equipo cayó por goleada histórica en condición de visitante, 4-0 ante el Deportivo Independiente Medellín; a pesar de tener la primera opción de llegar a la final (dado que el resultado en el estadio General Santander nos favorecía y Cúcuta Deportivo empataba con Atlético Huila). Golpe bajo a nuestras ilusiones, ese día observamos como un equipo bajaba los brazos y nos hacía quedar en ridículo por encima de todo, argumentándose en el retrazo en el pago de sus salarios, desembolso que el club ya había hecho, pero que la fiduciaria demoraba entre 3 y 5 días hábiles (recordemos que Millonarios debe realizar todos sus movimientos por medio de una fiduciaria, dada su condición en la ley 550). Sin embargo a pesar de lo anterior el equipo quedó quinto en la reclasificación y logró así clasificarse a la Copa Nissan Sudamericana, así las cosas los jugadores tenían un premio, el cuál se les pagó por dicha clasificación; los hinchas teníamos derecho a permanecer callados y a conformarnos con volver a un torneo internacional, torneo que nos dejaría grandes satisfacciones, sin embargo quedaba el sin sabor de que se hubiera podido hacer más.

Inició el año 2007 con caras nuevas como la de Gonzalo Martínez, Carlos Villagra, Jhonathan Estrada, Oscar Briceño, entre otros. Con la llegada de estos nuevos jugadores, se presumía que el fantasma del “sindicalismo” habría desaparecido. El club adquirió el pase de algunos jugadores de la temporada anterior como: Ricardo Ciciliano y Juan Carlos Quintero, se intuía que con jugadores propios en el club se viviría un ambiente de “amor por la camiseta”. Finalizando el torneo apertura del año 2007, Millonarios estuvo nuevamente a punto de llegar a la final, el verdugo esta vez fue el Atlético Huila quien nos derrotó 2-0, sin embargo el ambiente era de calma (en esta oportunidad no se observaron operaciones de “guayos caídos” por parte de nuestros jugadores).

Con la partida del profesor Osorio, y a pocos días de iniciar el clausura 2007, se generaron muchos interrogantes acerca de cómo se afrontaría el nuevo campeonato, finalmente llegó el fatídico domingo 26 de agosto de 2007, Quindío 6 - Millonarios 1, Goleada histórica en la ciudad de Armenia, ocho días después, los jugadores nos mostraron como el fantasma del sindicalismo no estaba muerto, 1 de septiembre de 2007, Millonarios 0 – Deportivo Pasto 3, nuevamente el fantasma se nos aparece y nos dice que no le importaban los hinchas, ni la institución, lo único importante era destituir a un técnico con el cual no se estaba de acuerdo.

Llega Mario Alberto Vanemerak, y recibe un equipo que había recibido 9 goles en dos partidos y 48 horas antes de enfrentar al campeón de Colombia para disputar el paso a la siguiente ronda de la Copa Nissan Sudamericana, para sorpresa de todos nosotros, eliminamos a Atlético Nacional, Colo Colo y Sao Paulo. Nosotros recibimos la satisfacción de volver a ver a nuestro equipo en la vitrina internacional ganando y llegando a las semifinales, y por supuesto los jugadores por su parte tenían que recibir sus prometidos premios (a pesar de no haber sido campeones). El técnico sustentó el notable cambio del equipo, en las motivaciones y charlas que él les había dado, acerca de lo que era y representaba el club más laureado de Colombia, “correr y meter” era el lema que todo el plantel ponía en práctica.

Empieza en presente torneo apertura, Copa Mustang I – 2008, el ambiente en el Club era de calma y optimismo, sin embargo nuestro técnico Mario Alberto Vanemerak, no sólo comete errores humanos en materia deportiva, sino también errores en su comportamiento, divide a la hinchada y al plantel, nuevamente el fantasma de los “guayos caídos” aparece en la nefasta tarde del domingo 13 de abril de 2008, Millonarios peleando la entrada al “grupo de los ocho” cae en condición de local 0-4 ante el Boyacá Chico, quienes vimos el partido, ya sea desde las tribunas o detrás de la pantalla notábamos como tristemente, sólo 3 o 4 de nuestros jugadores defendían nuestros colores, los demás a costa de todo estaban dispuestos a bajar los brazos, para demostrar que no estaban conformes, sin importar la nueva humillación que los hinchas teníamos que presenciar y en nuestra propia casa, tal vez se le estaba demostrado a Mario que el lema de “correr y meter” ya no los convencía. Ese día extrañé tener a jugadores como Senen Mosquera, a quien tuve la oportunidad de conocer personalmente y afirmaba que jugar en Millonarios era lo mejor que le había podido suceder en la vida, en aquel momento ese grupo era selecto, lamentablemente los tiempos han cambiado.

Los últimos tres años hemos estado sometidos a goleadas históricas, contra rivales “chicos”, sin embargo en el presente torneo sólo hay un clasificado, y aún quedan siete puestos, sí los jugadores logran una entrada al grupo de los ocho, por supuesto tendrán derecho a su ¿merecido premio?

Ahora yo me pregunto, será que los jugadores conocen el significado de las palabras ¿ética y profesionalismo? ¿Será que sienten algún tipo de compromiso hacia la hinchada y la institución, que no sea únicamente el de cobrar sus onerosos salarios?

Ya llevamos 4 años de proceso, los hinchas proporcionamos los ingresos operacionales del club, con los cuáles se pagan los gastos y la nómina del club (compramos las boletas, camisetas y demás accesorios del equipo) ¿Dónde están los premios para nosotros los hinchas?

Estoy totalmente seguro que muchos de nosotros jugaríamos por la quinta parte de los salarios que en este momento devengan los jugadores, y que con el sólo hecho de enfundarnos ésta camiseta, sería todo un honor que estaríamos dispuestos a defender esta vida y la otra. Ya no estamos para celebrar partidos y hasta no alzar la copa no vamos a estar tranquilos, aquí todos queremos lo mismo, los optimistas, los que sólo critican, los imparciales. Toda la familia azul en general, tiene ansias de título y el tiempo se está acabando, tal vez aquí la solución es hacer lo mismo que nuestro vecino, a mitad de año dejar a los tres o cuatro (ya sabemos quienes son) que sienten compromiso con nuestra parcial Embajadora y el resto QUE SE VAYAN TODOS Y QUE NO QUEDE NI UNO SÓLO, aquí si estoy de acuerdo con el cántico de los Comandos Azules el día del partido contra el Boyacá Chicó “esta camiseta tiene historia, se respeta”.

Para lastima de nosotros, los problemas trascienden de la parte deportiva a la administrativa, mucho se hablado de malos manejos administrativos, pero nada se ha podido comprobar. Sin embargo desde la intromisión de Gonzalo Rodríguez Gacha a nuestro amado club todo ha sido una cruz y un karma, que, quienes amamos al equipo hemos tenido que cargar, la Dirección Nacional de Estupefacientes incautó el 30% del total de los derechos deportivos del club, lo cual le otorga el derecho a ser el mayor accionista, y a tener un representante en la junta directiva, función que cumple como Vicepresidente del Club Deportivo Los Millonarios, el Viceministro de Justicia Guillermo Reyes, quien dice ser hincha del equipo y que algún día aspira, a ser presidente del mismo (Dios no lo permita). El Viceministro por su parte, también ha dado de que hablar, muchos hinchas y accionistas minoritarios del club han demostrado inconformidad por su presencia en la junta directiva del club, él por su parte tuvo una diferencia de criterio por señalamientos hechos en enero de este año, por el técnico en ese entonces, Mario Vanemerak, a los cuáles el Viceministro Reyes amenazó con presentar su renuncia, si el técnico no se disculpaba en público. Finalmente, Mario nunca se disculpó y los hinchas y accionistas nos quedamos “con los crespos hechos” esperando a que el Viceministro cumpliera con su palabra y presentara la renuncia a pertenecer a la junta directiva del club.

En la última ocasión, donde nuestro Vicepresidente y Viceministro de Justicia Guillermo Reyes figuró como noticia del club, fue en la reunión que realizó en honor al cumpleaños de su hijo, utilizando para este fin a los jugadores del club, la “finca” conocida por todos nosotros y la cancha del estadio El Campín el pasado, 16 de marzo de 2008, en el encuentro Millonarios – Junior, ¿esto no sería uso indebido de recursos que el Estado le otorgó para velar por su buena administración? mayores detalles sobre este evento aquí.

En este momento la única solución inmediata a la que podemos acceder nosotros los hinchas para tener voz y voto dentro de la asamblea del club, es la democratización, la cual muchos estamos esperando desde enero del año 2005, cuando en vano la Dirección Nacional de Estuperfacientes prometió ponerla en marcha, han pasado tres años y seguimos esperando, de no ser así, se esperaría que una empresa comprara al equipo, sin embargo no se ha dado a conocer a la luz publica algún inversionista interesado en hacerlo.

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