Hace una semana, el caso de una jovencita violada en un callejón oscuro y sucio cercano a la Plaza de Toros, conmovió a los vecinos de las Torres del Parque, en el centro internacional de Bogotá.

"La jovencita llegó a la portería llorando. Después su novio la consoló en sus brazos", relata con dureza María Ortiz, habitante del sector.

El hecho colmó la paciencia de los vecinos del barrio que aseguran que el de la joven no es el único caso dramático que ha tenido a la comunidad de los barrios La Macarena y Bosque Izquierdo con una profunda preocupación.

Ahora, los delincuentes llegan a cualquier hora del día o de la noche y asaltan los restaurantes y locales comerciales más prestigiosos de La Macarena.

"La otra vez se metieron a un sitio de comidas de las Torres del Parque y les hurtaron sus pertenecias a todos los clientes", cuenta un ciudadano que ha estado al tanto de la inseguridad en la zona.
Reina el silencio

Lo más grave de la situación es que los mismos propietarios de los exclusivos restaurantes de La Macarena, en muchos casos, se rehusan a denunciar los robos por miedo a perder la clientela.

El 25 de febrero pasado, dos hombres y dos mujeres entraron a un establecimiento, amordazaron a todos los clientes y se llevaron una buena suma de dinero, celulares y joyas. No contentos con el botín, hirieron a tres comensales. "La Policía llegó y no hizo nada", narró desconsolada una de la víctimas del hecho.

Sin embargo, ese día, los dueños del restaurante -ubicado en la calle 26A con cuarta- la emprendieron contra la prensa, en vez de denunciar el caso ante las autoriades.

Una fuente que no quiso revelar su identidad por seguridad, le dijo a EL TIEMPO que en algunos establecimientos prefieren pagarles lo perdido a sus clientes que denunciar.

"Los restaurantes atraen a artistas, empresarios y personas prestantes que se convierten en presa fácil de los atracadores", asegura la alcaldesa de Santa fe, Esmeralda Arias.

Los vecinos aseguran que los autores de los hurtos hacen parte de la banda 'Los Chupos', jóvenes que no superan los 25 años y actuan en el sector gourmet de La Macarena y en los alrededores de la Universidad Distrital. Lo que no se explican los residentes es que los hurtos se registren a cuadra y media de una Estación de Policía. "Todos los días hay un atraco a mano armada. Incluso ya hemos identificado un vehículo blanco en el que se movilizan esos tipos para robarnos", señala otra habitante de las Torres.

Un CAI Móvil recorre las calles del barrio permanentemente y 21 policías están repartidos en tres turnos. Lo extraño es que la inseguridad persiste, al igual que una 'olla' donde se vende droga que no ha sido erradicada, pero que todos saben dónde funciona.

Arias les pidió a los ciudadanos denunciar cuando se presenten estos hechos. "Si nos cuentan lo sucedido no vamos a armar un escándalo. Respetaremos la identidad del denunciante".

Este martes a las 6:30 de la tarde, la comunidad tiene organizado un recorrido con antorchas y pitos para no quedarse callados frente a esta ola de inseguridad que no los deja dormir desde hace varios meses.



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